Hace varios años tuve la oportunidad de presenciar un grupo en el cual se hablaba de Un Curso De Milagros. En aquel tiempo, no entendí mucho de los temas que se discutían y mucho menos del gran milagro de estar consciente del amor incondicional de Dios diariamente en mi vida.
Así lo entendiera o no en ese momento, Dios me guiaría de nuevo a este curso muchos años después, ya que para El su tiempo es perfecto.
Sucedió que en un momento vital en mi vida, dos muy queridas amigas me visitaron un día. Entre muchos otros temas de conversación, surgió la posibilidad de pedirles una invitación a compartir con ellas el grupo de Un Curso De Milagros, que ellas atienden semanalmente y que una de ellas dirige.
Aprendí poco a poco y desde ese mismo día,que solamente a través de la práctica del perdón, puedo sanar las relaciones que por el hecho que sea, me han lastimado o me lastiman. Aprendí que todos estamos conectados y que somos uno, queramos serlo o no, estemos consciente de ello o no. Aprendí a despertar a la espiritualidad endémica de mi ser, sin necesidad de religión o dogmas establecidas que a muchos nos llenan de culpabilidad y juicio. Para mi, el curso es único! Nos enseña a desprendernos de la ilusión de que de alguna manera estamos separados de Dios y de otros seres humanos. Nos libera de nuestros prejuicios, y ahí es donde yo entiendo que se forma el verdadero milagro en cada ser humano. En la libertad que sentimos cuando estamos en paz.
Gracias, Miriam y Lula, por nunca rendirse conmigo.
Sissi